La venganza de La Tierra de James Lovelock

SINOPSIS:

Durante miles de años la Humanidad ha explotado la tierra sin tener en cuenta las consecuencias. Ahora que el calentamiento global y el cambio climático son evidentes para cualquier observador imparcial, la Tierra comienza a vengarse.
La Humanidad no sólo está a punto de autodestruirse sino que todas las soluciones propuestas o aplicadas hasta ahora no pueden resolver el problema (la biomasa, la energía solar, etc...)
El profundo conocimiento del autor sobre la ciencia del calentamiento global le permite darnos una verdadera explicación sobre lo que está pasando y propone soluciones realistas para el mayor problema al que ha tenido que enfrentarse la Humanidad.
En este apasionado alegato, James Lovelock argumenta que, aunque el cambio climático ya es inevitable, todavía no es demasiado tarde para salvarnos (o al menos algunos de nosotros).


AUTOR:

James Ephraim Lovelock nació en Letchworth Garden City, Hertfordshire en 1919. Estudió química en la Universidad de Manchester antes de obtener un puesto de investigación médica con el Medical Research Council (Consejo de investigación médica), Londres.
En 1948 recibió el título de doctor en medicina en el Colegio de Londres de Higiene y medicina tropical. Durante su estancia en Estados Unidos llevó a cabo distintas investigaciones en la Universidad Yale, el colegio de medicina de la Universidad de Baylor y en la Universidad Harvard. Fue durante su estancia en la citada Universidad Yale cuando desarrolló el detector de captura de electrones que permitió detectar componentes tóxicos en regiones tan remotas como la Antártida.
Es un científico independiente, meteórologo, escritor, inventor y ambientalista, famoso por la Hipótesis Gaia, que visualiza a la Tierra como un sistema autorregulado. Antiguo opositor al armamentismo nuclear, ahora promueve el uso de energía nuclear como único recurso para disminuir el abuso de los combustibles fósiles y evitar que el sistema atmosférico llegue a un punto sin retorno que lo desestabilice
La Geological Society of London lo galardona con la medalla Wollaston en 2006 por la "creación de un campo de estudios enteramente nuevo en Ciencias de la tierra", la ciencia del sistema Tierra.

CRÍTICA LITERARIA

Al acabar de leer este libro, la primera idea que se me ocurre es ¿Donde me escondería yo? Diez años da Lovelock al planeta, su diosa Gaia, para que empiece a exterminarnos. Lo hará sin maldad, por propia supervivencia. el que el exceso de Anhídrido Carbónico la va a recalentar tanto que matara a la mayoría de sus huéspedes, por suerte, incluidos nosotros los insensatos causantes.

El calentamiento global es mortal de necesidad, no por la temperatura que que solo sera de unos grados, sino por efecto domino que desencadenara. Unos pocos grados mata a la mayoría de las algas de los mares, principales procesadores del CO2 a través de la fotosíntesis, pero también productores de sulfuro de demitileno, gas que esencial para que el vapor de agua se condense y llueva. Sin lluvias adios a los bosques y selvas del planeta, con la consiguiente desaparición del principal productor de oxigeno y fijador de CO2.

Pero esto no es todo, el gas metano retenido en el suelo helado o bajo presión en las fosas marinas con el calor se escapará a la atmósfera agravando el problema, ya irresoluble por ser imposible su parada, como un coche sin frenos.

Lovelock en su libro solo ve una pequeña esperanza si dejamos de consumir combustibles fósiles desde ya. Ni un puto barril mas. El propone la construcción masiva de centrales nucleares de fisión hasta que el ITER, la central de fusión este en marcha y se generalice (y que funcione, que esta por probar) Todas los demás sistemas alternativos de energía le parecen parches que no resolverán el problema. Sobre todo carga contra la energía eólica, por antiestética...se ve que le amenazan con colocar varios aerogeneradores cerca de su casa...se te ve el plumero....

Los humanos somos así, egoístas hasta en la agonía. Aunque en general tiene toda la razón, el mundo es insostenible, o actuamos con inteligencia (que no va a ser) o prepararnos para una mortandad sin precedentes.

En su pesimismo, al final del libro, aboga por la creación de una especie de enciclopedia para legarla a los pocos humanos supervivientes, en el Canadá o la Antártica y puedan reconstruir la civilización sin cometer nuestros errores. !Iluso¡

El libro es de lectura muy amena, Lovelock es un maestro de la divulgación, mezclados los datos científicos con anécdotas de abuelete ingles de la posguerra. De lectura imprescindible.

Jesus