La Prisionera de Marcel Proust


Club del Lectura La Ilíada



Sipnosis:



Albertine y Marcel se han instalado en París. Viven en un piso con su fiel criada Francisca y otros miembros de la servidumbre de los que solo conocemos al chofer y el portero de la finca, Jupen, personajes secundarios envueltos en una trama difícil de clarificar porque realmente en la novela no hay un hilo narrativo claro, todo pasa en la mente del escritor, sus recuerdos, comentarios y disquisiciones y sobre todo la preocupación máxima sobre Albertine a la que dice que ya no ama, pero que no puede vivir sin ella, y lo que mas le ata a ella son los celos y las sospechas, reales o ficticias de su lesbianismo y que le engaña con otras mujeres, Ya sea Lea la actriz, Andrea la amiga, la señorita de Vinteuil.
Sabedor de que Albertine quiere asistir a una fiesta en casa de los Verdurin, en la que podría verse con manmuaselle Vinteuil, le impide su asistencia. Esta fiesta o velada musical organizada por el barón de Charlus para promocionar a su amante el violinista Morel, ocupa casi todo el libro. Al regreso de la fiesta, en una escena con Albertine, todas sus sospechas se verán confirmadas, pero como son los celos lo que mas le une a ella, se ve incapaz de romper, hasta que...

El Autor


Marcel Proust, nacio en París, 10 de julio de 1871. Autor de la serie de siete novelas En busca del tiempo perdido, una de las obras más destacadas e influyentes de la literatura del siglo XX.
Proust es el hijo mayor de Adrien Proust, un famoso epidemiólogo francés, y Jeanne Weil, la nieta de un antiguo ministro de Justicia. En 1894 se autopublica Los placeres y los días, una recopilación de poemas en prosa, retratos y relatos largos en un estilo decadente. Ilustrado por Madeleine Lemaire, dueña del salón que Proust frecuenta con asiduidad junto con su amante venezolano Reynaldo Hahn, el cual contribuyó al libro con partituras compuestas por él. El libro le trae a Proust una reputación de diletante mundano que no se disipará hasta la publicación de los primeros tomos de En busca del tiempo perdido.
En el verano de 1895 emprende la redacción de una novela que será publicada de manera póstuma en
1952 bajo el título Jean Santeuil. La publicación consiste en una organización y edición de múltiples fragmentos, pero no constituye de ninguna manera un conjunto acabado. Allí evoca Proust notablemente el «Caso Dreyfus», del cual fue uno de los actores apasionados. Trabajó en la traduccion de John Ruskin. , la elección de las obras traducidas no resulta eficaz y constituye un fracaso editorial. Es esta, sin embargo, la etapa de la carrera en donde se afirma la personalidad de Proust. En efecto, acompaña sus traducciones de un abundante aparato crítico, con largos y ricos prefacios casi tan extensos como el texto mismo y con múltiples notas.
Tras la muerte de sus padres, sobre todo la de su madre en 1905, su frágil salud se deteriora en demasía a causa del asma y la depresión por la pérdida materna. Vive recluido en el 102 del Boulevard Haussmann en París, donde hace cubrir las paredes de corcho para aislarse de ruidos y se vuelca en su trabajo. Vive exclusivamente de noche tomando café en grandes cantidades y casi sin comer, según cuenta Celeste Albaret, su criada en esos años, en un libro de memorias. Su obra principal, En busca del tiempo perdido, se publica entre 1913 y 1927, siendo el primer tomo publicado por su cuenta en la Editorial Grasset. Rápidamente, sin embargo, la editoria Gallimard reconsidera su rechazo inicial, responsabilidad única de André Gide; el cual apenas leyó un poco el principio, y acepta el segundo volumen: A la sombra de las muchachas en flor, por el que recibe en 1919 el premio Goncourt, después de que el propio Proust movilizara sus influencias pese a no ser ya un joven escritor como rezaban las bases del premio. Su homosexualidad, inconfesable en la sociedad de la época, está latente en su obra, sobre todo en el tomo de Sodoma y Gomorra, donde analiza tanto la homosexualidad masculina como femenina. Trabajó sin descanso en los seis libros siguientes de En busca del tiempo perdido hasta su muerte en 1922, víctima de una bronquitis mal tratada. Fue enterrado, junto a su padre y su hermano, Robert Proust, en el cementerio parisino Père-Lachaise.





Opinión del lector:

Proust es un caso curioso y único en la literatura mundial, su obra a la que se suele calificar de monumento literario consta básicamente de una sola novela,"En busca del tiempo perdido" dividida en 7 volúmenes, este que nos ocupa es el 5º.
Parece que tardo toda la vida en escribirla, y yo en leerla, creo que empecé el primer libro "Por el camino de Swann" a raíz del estreno de la película de Jeremy Irons, allá en los 80. Y es que cuesta entrar en el estilo meticuloso e introspectivo del autor. Con múltiples disquisiciones de todo tipo sobre todo de arte, pero también políticas como el caso Dreiffus. Aunque la base de las novelas es el análisis de los sentimientos y las relaciones amorosas y sociales. Con gran incidencia en la homosexualidad masculina y femenina, sobre todo en las dos últimas novelas que he leído "Sodoma y Gomorra" y esta de "La Prisionera".
Pero es el estilo proustiano lo que hace interesante al autor, sobre todo para los blogueros, ya que se podría decir que cada uno de sus párrafos son posts de la era preinternáutica, al no llevar una ilación continuada sobre la trama, que sin embargo avanza. No se si Proust ya conocía las ideas de Freud sobre las motivaciones subconscientes, supongo que si porque constantemente esta analizando los sentimientos y sus causas ocultas.
Es una pena que no se me haya pegado nada del estilo proustiano, debe ser por la traducción y también porque tampoco llevo yo un estilo de vida contemplativo y diletante, solo atento a mis emociones y a las de los que me rodean. Al ser las emociones algo tan volátil y cambiante les damos poca importancia o solo de forma inconsciente, confiando mas en nuestra voluntad y deseos que en lo que realmente sucede. Craso error del que solo nos damos cuenta cuando sucede lo inevitable.


2 comentarios:

Martín Vargas dijo...

tendre que comprar ese libro.
merci

jdiana dijo...

Muy interresante, me han dado verdaderas ganas de leerlo. Tomo nota. Un saludo