Modest Urgell i Inglada


Modest o Modesto Urgell i Inglada nace en Barcelona en 1839. Pintor y dramaturgo español, tras intentar dedicarse al teatro y llegar a actuar en el Teatro de Santa Cruz de Barcelona, la prohibición familiar de seguir por ese camino lo llevó a dedicarse a la pintura.



Estudió en la Escuela de San Jorge de su ciudad natal. Eran años en los que alternaba con la juventud artística y bohemia de Barcelona. Comenzó a destacar como dibujante antes que lo hiciera como pintor.

Veredas silenciosas, en el declive del día. Una figura pasa tan sumida en sus pensamientos que se confunde con el paisaje. Vaga su mente por laberintos de tiempos remotos y vagan sus pies sobre el cansado camino de octubre. Los árboles, desencantados, dejan escapar sus últimas hojas hacia la tierra que los sostiene. Ni siquiera un pájaro perturba el secreto de la tarde...







Posteriormente, su familia, que gozaba de buena posición económica, sufragó una larga estancia en París, en la que trabó conocimiento con Courbet. Desde 1896, fue profesor de paisaje en la Escuela de Bellas Artes. Fue fundador de la Sociedad Artística y Literaria de Cataluña, así como del Museo Artístico y Arqueológico de Gerona. Recibió varios encargos de la reina Isabel II (desterrada entonces en París) con destino a su palacio parisino.

En las callejuelas, al anochecer, se oyen rumores de rezos por las esquinas. Y pasos enlutados retumban sobre los adoquines, en los zaguanes, en los arcos de la plazuela, en las pasadizos umbríos, iluminando la angustia eterna del pueblo las luces de la noche, apenas candelas mortecinas...












Su carácter, aristocráticamente displicente, se agrió en sus últimos años, volcándose en diatribas contra los jóvenes pintores modernistas.


Barcas, barquitas de luz y sal, perfumaditas de algas y con alma de coral. Barcos de sol, veleros, recorriendo el mundo entero, abrazaditos al mar...








También se dedicó a la literatura, con especial interés por el teatro. A esta faceta responden títulos como Turbonada (1870), Lluny dells Ulls (1898), Un terrós de sucre (1898), ¡Añoranza! (1899) o ¡Miedo! (1908), así como el volumen de memorias El Murciélago.

Sobre las colinas desnudas, un mundo desaparece dejando entrever otro mundo que se aproxima: la oscuridad nos alejará del día para mostrarnos el otro lado de nosotros mismos.





Modest Urgell i Inglada muere en 1919.


Ocaso. Finalización de un día que se esfuma de nuestra vida igual que se escurre el agua entre nuestros dedos. Crepúsculo que pone el broche final a una jornada que a veces sí deja huella...






3 comentarios:

LS dijo...

Me gustó OCASO... la última pintura... son un tanto borroso, pero me gusta cuando van acompañadas de unas breves palabras, que se vuelven poemas...

Muy interesante la revista!

BELMAR dijo...

«Vi las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura, hambrientas histéricas desnudas, arrastrándose por las calles de los negros al amanecer en busca de un colérico pinchazo (...) que pobres y harapientos y ojerosos y drogados pasaron la noche fumando en la oscuridad sobrenatural de apartamentos de agua fría, flotando sobre las cimas de las ciudades contemplando jazz.» ( Extracto de «Aullido», Allen Ginsberg, 1957 )

Natalia Cartolini dijo...

Siempre que leo y veo algo de arte me emociono! es como parte de mi vida, aunque no sepa pintar, pero admirado demasiado el arte.
Estas pinturas me han impresionado, me encantaron!!
Gracias por postear cosas así.
Besos