Sala de Exposiciones Van Gogh
Hoy quiero presentarles a este artista, Fermín Alegre.
Sus cuadros están llenos de luminosidad. El calor se puede palpar. El sol alumbra poderoso, y toda su obra está vibrante de vida.
Fermín Alegre nació en Teruel el 28 de marzo de 1947. Fue el quinto y último hijo de una familia humilde. A temprana edad empezaron las inquietudes artísticas de Fermín Alegre. Así, desde muy joven, asistió a las clases de dibujo de la Escuela de Arte y Oficios de Teruel, y practicó el dibujo en el estudio de su hermano mayor.
Trillando en Turégano
Fermín Alegre constantemente mantuvo un vínculo muy estrecho con su ciudad natal. Exponía en Teruel prácticamente todos los años. Los turolenses siempre acogieron con calor la vuelta de su pintor que partió para Valencia.. Su obra relacionada con Teruel es muy extensa y abarca desde paisajes de Teruel, Albarracín, Chequilla, Alcalá de la Selva, etc. hasta sus famosos temas de la trilla en los cuales plasmaba entre ocres y amarillos, hombres, mujeres y animales de tiro faenando en las eras.
Tantos recuerdos de las tierras segovianas... Sus eras, las mulas cansinas, el amarillo rabioso, brillante... El viento levantando la parva... Y las voces de los hombres, arreando a los animales. La trilla, vueltas y más vueltas... Tío vivo sobre la míes y risas de niños bajo el calor del verano.
El pintor disfrutaba pintando al natural, por ello ya de joven adquirió el hábito de viajar con frecuencia en busca de paisajes y gentes que emocionaran su alma de artista. En su época de estudiante aprovechó para viajar con el fin de ampliar su formación. En 1966 viajó a París. En 1967 partió para Italia; fruto de este viaje fue la participación en una exposición en una colectiva en Milán. En 1968 obtuvo la beca de paisaje de El Paular (Segovia). Como colofón a sus viajes de estudiante, en 1973 viajó a las provincias del Sahara Español, becado por el Instituto de Estudios Africanos.
Colorido en los rostros, en los vestidos; olores a especias, a sudor, a naturaleza... Un mercado. Compra y venta de bienes, de ilusiones, de hoy y de futuro. Mercados trepidantes. Punto de esperanza, de engaño, de alegría y desazón.
Siendo ya un pintor consolidado, Fermín Alegre continuó viajando en busca de nuevos colores, luces y formas que motivaran su inquietud artística. En 1985 realizó una estancia en Marruecos. En 1989 viajó a Venecia (Italia) a dejarse cautivar por la majestuosidad de los Carnavales Venecianos. En el mes de julio de 1992 volvió a esta ciudad para plasmar en sus telas canales, palacios y esos rincones tan peculiares de Venecia, por todos tan conocidos. En verano de 1995 volvió al norte de Italia para reproducir en sus lienzos las impresiones que le causaba la belleza de las Dolomitas: paisajes alpinos, lagos, prados, etc.
La fuerza de las arenas del desierto. La fuerza de las gentes que viven y mueren entre las arenas. Todo un océano de tierra muerta ante ellos. Y sin embargo, la aman.
En 1964 se trasladó a Valencia para ingresar en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Carlos. Fue un alumno destacado que contó con las sabias enseñanzas de maestros de la pintura valenciana como Genaro Lahuerta. Exponía en Valencia anualmente. No resulta extraño, pues, que los temas valencianos sean destacados en su obra. La huerta valenciana, la Albufera y sus campos de arroz adyacentes, celebraciones de "tiro y arrastre", escenas costumbristas de interior y los rincones de la ciudad de Valencia fueron fuente de inspiración de numerosas obras de este artista.
Todo el sol concentrado en el fruto. En su jugo la alegría. Y antes, en la huerta, árboles florecidos, cómplices de la tierra y el agua. Néctar de dioses. Regalo para los mortales.
2 comentarios:
Cuantos pintores desconocidos que debe de haber, y es que el arte es caro
Jesus
Hola, amiga!
Me tienes Maravillada ante tan bellos colores en sus pintiras, amiga!
=)
Gracias por presentarnoslo!
Besos*** y feliz inicio de semana!!
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