Hoy Lloramos Con Vos, Inodoro...

"De mí se dirá posiblemente que soy un escritor cómico, a lo sumo. Y será cierto. No me interesa demasiado la definición que se haga de mí. No aspiro al Nobel de Literatura. Yo me doy por muy bien pagado cuando alguien se me acerca y me dice: me cagué de risa con tu libro"


Roberto Fontanarrosa
Corría el Año 1944
Era domingo y el parto había sido normal, salvo por un detalle el bebé resultó negro y canalla. El 26 de noviembre nace en Rosario (Argentina) Roberto Fontanarrosa -El Negro- humorista gráfico, escritor e hincha de Rosario Central. Ese mismo mes aparece la revista "Rico Tipo", cuna de las osadas "Chicas de Divito" y exponente de una década en que la historieta y el humor gráfico argentino crecen y se consolidan.En mi niñez fue todo normal, todo común, sin catástrofe, sin privaciones terribles y sin acontecimientos sobresalientes. Mi niñez no da ciertamente para escribir una novela angustiante. Ni da tampoco para una historieta.
19 De Julio de 2007...
Escritor y humorista gráfico argentino Roberto Fontanarrosa, creador de personajes como el gaucho Inodoro Pereyra y el espía "Boggie, el aceitoso", murió este jueves a los 62 años.
Sufría de esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad neurológica de origen desconocido que debilita los músculos de forma progresiva y que, a principios de este año, lo había privado de dibujar. Era dueño de un humor sencillo y telúrico, pero sumamente ingenioso e irónico, en el que el fútbol ocupaba un lugar preponderante. Tenía fieles seguidores en Argentina y en el resto de América Latina, pero eso no le quitaba su humildad "barrial". El "negro", como todos los llamaban cariñosamente en Argentina, había nacido el 26 de noviembre de 1944 en Rosario, ciudad situada 300 kilómetros al norte de Buenos Aires. En 1961 abandonó la escuela secundaria y se convirtió en un apasionado de la historieta leyendo "Hora Cero", la revista fundada por el precursor Héctor Germán Oesterheld. Al año siguiente viajó por primera vez a Buenos Aires en busca de trabajo, pero volvió a Rosario con las manos vacías. Luego lo emplearon en una agencia de publicidad, pero no era lo suyo: "Siempre me pareció imposible que una persona pueda comprar un vaso porque alguien se lo inculca en un aviso".


Vida llena de humor

A partir de 1968 ilustró las portadas y se hizo cargo de la página de humor de la revista "Boom" de su ciudad natal. Fue en 1971 cuando apareció uno de sus personajes más importantes, "Boogie, el aceitoso", una parodia del agente secreto británico James Bond, de Ian Fleming.
Un año después dio a conocer lo que muchos consideran su máxima obra, nada menos que "Inodoro Pereyra, el renegau", un gaucho que se plantea constantemente dudas existenciales.
Esta tira fue publicada por el diario Clarín hasta que Fontanarrosa se vio imposibilitado de dibujar. El "negro" colaboraba también con los periódicos El Tiempo, de Colombia, y La República, de Uruguay, además de ser asesor creativo del grupo humorístico-musical argentino Les Luthiers.


Escritor


Fue autor de varios libros de cuentos, entre ellos "La mesa de los galanes", "El mundo ha vivido equivocado" y "Los trenes matan a los autos", además de novelas exitosas como "El área 18" y "La gansada". Fontanarrosa definía así su relación con la literatura: "De mí se dirá posiblemente que soy un escritor cómico, a lo sumo (...) No aspiro al Nobel. Yo me doy por muy bien pagado cuando alguien se me acerca y me dice: 'Me cagué de risa con tu libro'". De hecho, nunca paró de arrancar carcajadas. Muchos recuerdan su intervención en el Congreso de la Legua realizado en Rosario en 2004, donde se preguntó "¿por qué son malas las malas palabras?" y pidió una "amnistía para las palabrotas". En los últimos años de su vida, Fontanarrosa recibió diversas distinciones y muestras de reconocimiento en Argentina y otros países de América Latina. Fanático del club de fútbol Rosario Central, dijo en una ocasión que si hubiera que ponerle música de fondo a su vida sería "la transmisión de partidos de fútbol". El "negro" seguirá siempre gambeteando con sus dibujos e historias en la cancha del recuerdo.




Inodoro Pereyra Y Su Tata

'Pereyra por mi mama, Inodoro por mi tata, que era sanitario' se presenta a sí mismo este gaucho macho y cabrío: Inodoro Pereyra, el renegau, es tan argentino como el dulce de leche, la birome o el colectivo. Y no porque use vincha, ande bien montao y sea bueno pa'payar. Esas son sólo apariencias y -se sabe- las apariencias engañan.
Que lo diga si no la pobre Eulogia Tapia, compañera del Inodoro, a quien el Negro disgraciau del dibujante le hizo engordar 67 kilos en dos cuadritos.'Lo que pasa es que es un personaje surgido a partir del cancionero folklórico que por entonces estaba de moda -se excusa en vano Fontanarrosa, su creador-, recordemos aquello de la sangre rumorosa y la cintura cósmica. Cuando Eulogia aparece en la historieta era una linda mina, después se pone fulera'.Con más caderas pero no menos carácter, se vuelve una mujer estilo neorrealismo italiano: "Endijpué de tantos años, si tengo que elegir otra vez, la elijo a la Eulogia con los ojos cerrados -dice tierno, el renegau -. Porque si los abro elijo a otra".
Como en su primera aventura, dos lagrimones le ruedan otra vez por la caripela: Inodoro Pereyra cumple ahura 25 años. Nació y creció en la revista cordobesa 'Hortensia', en una época de consagración del folklore.La historieta era, originariamente, una parodia en la que se exageraban los giros lingüísticos y los estereotipos terruñales. Una combinación de lugares comunes del radioteatro gauchesco -que el propio Fontanarrosa escuchaba de chico-, la jerga nativista y el 'lenguaje 'festivalero' a lo (Armando) Tejada Gómez', según las palabras del humorista.
Munido de documentos, diccionarios, música y literatura, Fontanarrosa se adentró en la temática campestre. En un rejucilo de bravura sintetizó -tal como él mismo cuenta- todos esos conocimientos en la línea finita y pelada con que simbolizó, en los cuadritos, el horizonte y la chatura de la pampa.
"Alguna vez me preguntaron si Inodoro refleja mis conocimientos. No hay que engañarse. Sumando todas las horas de mi vida que estuve en el campo, si son cuatro es mucho. Al campo no lo conozco ni me despierta curiosidad', admite.'La eficacia de la historieta reside en trabajar sobre mensajes debilitados en su reiteración, sucesión de efectos que carecen de sentido. Porque la parodia, como la caricatura, no hace sino resaltar lo manifiesto: no inventa, enfatiza explica el escritor Juan Sasturain en El domicilio de la aventura.La evolución natural de las especies hizo que, después, la 'sátira feroz al folklorismo' -tal como apunta el periodista Marcelo Moreno en una nota publicada en el fenecido diario 'Convicción'-, ampliara a posterior¡ su temática. jue el paso inevitable que debía dar una historieta surgida en una revista humorística y consagrada en un diario. 'Lo que empezó como una parodia ya no lo es', ricuerda Sasturain.



















De Martín Fierro a Molina Campos


Pariente lejano del gaucho de José Hernández, al renegau se le escapa la genealogía, sobre todo al principio, cuando era gurí. Se le notan, entre otros rasgos, los modos heredados del Martín Fierro, en la versión dibujada por Juan Carlos Castagnino.
'Es significativo el episodio inicial del primer tomo de las historietas: Inodoro se halla en una situación semejante a la de Martín Fierro al encontrarse con un grupo de soldados, de la que lo salva un equivalente de Cruz y lo invita a huir juntos a las tolderías. Inodoro rechaza el ofrecimiento argumentando: 'A esto ya lo leí en otra par-te y yo quiero ser original' La historieta del autor introduce la preocupación del arte por la innovación en la cultura masiva y, al mismo tiempo, la réplica de Inodoro sugiere que la historia cambió y que no es posible repetir a Martín Fierro', apuntó Néstor García Canclini en su libro Culturas híbridas.La historieta de los primeros tiempos era gráficamente más elaborada: las tomas cinematográficas (primeros planos, picados y contrapicados, contraluces), la alternancia de líneas más juertes (para los rasgos del gaucho, por ejemplo) y más débiles (si se trata de un personaje de alta extracción social); los juegos con los bordes de los cuadros y el trabajo con las texturas (el enojo hace que a los protagonistas se les hinche la yugular o se les llene la cara de puntitos de ira),El Inodoro gurí tenía los ojos achinados y los caracteres físicos de los personajes de La guerra al malón del Comandante Prado, en la versión del pintor Carlos Alonso, tal como señala el propio Fontanarrosa, Endelpué el renegau enflaquece los ojos se te vuelven saltones y la boca más dientuda, al estilo de los paisanos de los almanaques de Alpargatas ilustrados por Florencio Molina Campos. Cuando la historieta emigra de 'Hortensia' a 'Mengano', y de allí a 'Siete Días', comienza a percibiese una voluntá de narrar las aventuras por entregas, a partir de recursos de suspenso que imitan burlonamente a los del folletín y el radioteatro. En el diario 'Clarín', en cambio, vuelven a ser historias unitarias.A diferencia de lo que ocurre en otras historietas, en la de Fontanarrosa el remate suele ser secundario, dado que el efecto humorístico no se sintetiza exclusivamente en el final sino en la vertiginosa acumulación de chistes previa: el ideal es una ocurrencia por cuadrito.Tanto el remate como muchos de los chistes intermedios están a cargo de Mendieta -un animal que anteriormente jue un crestiano pero una noche de eclipse se emperró- que funciona como la conciencia sensata (Negociemos, don Inodoro) en estas historias de humor errático y absurdo.


Chanta y antihéroe: 'Un argentino común'




¿Ande jueron a parar los tan mentaos refranes gauchescos y las referencias con reminiscencias literarias? Con el avance del tiempo y los cuadritos, la parodia de otros discursos cedió su lugar al tratamiento directo de las situaciones y los personajes del día. Según observa Sasturain en su ensayo, Pereyra "se ha desintelectualizado para crecer periodísticamente. Ya no hay casi narración: hay chistes'.Inodoro, la Eulogia y el Mendieta suelen protagonizar tres tipos de situaciones: los enfrentamientos con malones, militares y plagas de loros; las pequeñas delicias conyugales -algunas de las cuales terminan con un mate que vuela por los aires- o el encuentro con personalidades de todo tipo: desde Jorge Luis Borges, Don Quijote y los Reyes Magos hasta Súperman, E.T., el Zorro y los defensores de Greenpeace. La que cada vez llega más a menudo de visita es la actualidad.'Recuerdo que, por el año 76 o 77, cuando vi compilado uno de los libros de Inodoro me di cuenta de que era bastante violento. Inodoro se la pasaba peleando con la policía, con los soldados, con los indios, con todo el mundo. Mientras lo iba publicando no me daba cuenta pero después noté que estaba reflejando un momento violento', cuenta Fontanarrosa.
Si antes el renegau salía a peliar contra la luj mala y el Mandinga, haberá que verlo áhura defenderse de la deuda externa, los prófugos de la justicia, los políticos y el antidopin, entre otros males propios y ajenos.
'Inodoro Pereyra se convirtió en un 'argentino común', que ve transcurrir la actualidad con un asombro que se acerca al desconcierto. El dibujo es menos sorprendente y audaz pero no perdió calidad: sucede, simplemente, que el elemento visual ha cedido el protagonismo y se subordina estrictamente a las necesidades del diálogo, gran primer actor de estas historias. Es el ininterrumpido fluir de gags verbales, de juegos de palabras, el que desata incontenible la carcajada o, a veces, la reflexión irónica o amarga', señala Daniel Freidemberg en una nota bibliográfica.
El renegau es un antihéroe: 'un tipo como tantos que hace lo que puede y no lo que quiere. Que reacciona como cualquiera de nosotros, pero que, por sobre todas las cosas, es un personaje digno', explica Fontanarrosa.
Es justamente por estos sentidos antagónicos que Inodoro Pereyra es tan argentino como el dulce de leche, la birome o el colectivo: un verdadero mojón de argentinidá.







ANÉCDOTA Para Recordar...

Sábado/20-Nov-2004

EL ROSARINO HIZO REIR AL CONGRESO


Fontanarrosa y el secreto de las mejores malas palabras

"¿Por qué son malas las palabras? ¿Les pegan a las otras? ¿Son malas porque son de mala calidad?" se preguntó el narrador y humorista rosarino, que jugó de local y se llevó aplausos y carcajadas del público.

Quién diría que la mesa que parecía un complejo trabalenguas -“Español internacional e internacionalización del español”- se terminaría transformando en una de las favoritas de los participantes y de quienes siguen de cerca las múltiples actividades del Congreso. El Negro Fontanarrosa, con la ventaja de jugar de local, se puso al público en el bolsillo con sus reflexiones, humoradas y misceláneas sobre las malas palabras. Algunos de los panelistas estaban muertos de risa, como el periodista español Juan Luis Cebrián. El escritor mexicano Federico Reyes-Heroles señaló que se sentía sorprendido por la primacía de la audiencia femenina. Y, cuando le llegó el turno, el Negro replicó a su colega: “Lo que es no conocer esta ciudad de bellas mujeres y fútbol”. La intervención de Fontanarrosa, acaso la menos académica del III Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE), fue sin duda una de las más lúcidas, por la manera en la que dejó flotando un puñado de preguntas ineludibles entre la audiencia. Y lo notable, como en sus cuentos, es que el Negro hizo reír a carcajadas limpias a la mayoría de los espectadores: no leyó, y aunque se llevó un machete, prescindió de sus apuntes manuscritos porque se había olvidado los anteojos. "Se me ocurrió hablar sobre las malas palabras", comenzó, distendiendo el ambiente del teatro El Círculo. “No sé qué tiene que ver con esto de la internacionalización, pero una persona que logra decir correctamente esta palabra puede subir al escenario y hablar".

"Lo que he insultado cada vez que se me va un texto de la computadora”, confesó Fontanarrosa. "Me ha tocado acompañar a la Selección Argentina en Latinoamérica y, entre los insultos que nos gritaban en Paraguay, nos decían ‘comegatos’, que en realidad es un rosarinismo”, bromeó el escritor y humorista gráfico. Según el autor de Usted no me lo va a creer, el Congreso es el ámbito apropiado para plantearse preguntas como el sentido que tienen las malas palabras. "Yo casi siempre hablo desde el desconocimiento", aseguró el Negro.

"¿Por qué son malas las palabras? ¿Les pegan a las otras? ¿Son malas porque son de mala calidad?", se preguntó. “Tienen actitudes reñidas con la moral, pero no sé quién las define como malas palabras, pero parecen los villanos de la película.” Fontanarrosa opinó que las “palabrotas” con aumentativos no dejan de ser un reconocimiento. “No hago una defensa incondicional y quijotesca de las malas palabras: algunas me gustan, otras no”, aclaró, y recordó que su padre era un “malhablado” porque provenía del deporte y usaba muchas malas palabras. Además, pidió que se siguiera empleando “bocasucia”, una antigua manera de decir que alguien puteaba.“A veces culpamos a los jóvenes porque usan un vocabulario estrecho, pero no me preocupan que insulten permanentemente, lo que me preocuparía es que no tuvieran una capacidad de transmisión y expresión”, advirtió Fontanarrosa. “Las malas palabras sirven mucho para expresarse”, explicó. “También se dice que el idioma es vulgar. No sé quién define lo que es vulgar o no. Tampoco sé cuál es el origen de las malas palabras.” Y mencionó expresiones del tipo “habla como un carrero” o “palabras subidas de tono”. “Las malas palabras brindan otros matices y hay algunas que son irreemplazables: no es lo mismo decir que una persona es tonta o pelotuda. Tonto puede ser una disminución neurológica agresiva, pero el secreto de la palabra pelotudo está en la letra ‘t’”, agregó el escritor rosarino. “Mierda es una palabra también irreemplazable. El secreto está en la ‘r’ fuerte, porque en otros lugares es más débil, como la pronuncian los cubanos, que la hacen más suave, como los chinos.” A esta altura, todos reían, aplaudían y zapateaban contra la prolija alfombra roja del teatro.

Finalmente, exigió que se reflexionara sobre la condición terapéutica de las malas palabras, que sirven para descargarse, según se lo aconseja su psicoanalista. "Pido una amnistía para la mayoría de las malas palabras e integrémoslas al lenguaje". El escritor y periodista Juan Luis Cebrián inició su formidable intervención con una cita de Alejo Carpentier: “Remontar el Orinoco es como remontar el tiempo”.

Para el fundador de El País de España la palabra le da uniformidad al crisol de etnias, culturas y sensibilidades del mundo hispanohablante. “El castellano es una lengua poderosa que no está en peligro”, afirmó y pronosticó que para el año 2050, el castellano superará al inglés en el mundo. "El castellano es una lengua de comunicación internacional empleada en ámbitos académicos, en la diplomacia e incluso en los negocios, pero es cierto que hay que potenciar el uso del español en la investigación científica y que la presencia del idioma en la red sigue siendo muy deficiente y no se corresponde con la extensión física y demográfica". "a humanidad es palabra, desde el Génesis y Aristóteles, palabra articulada, y ésa es la base de nuestra civilización", subrayó el escritor y periodista español. Algunos temen que la globalización acabe con la diversidad cultural y el pluralismo de la sociedad.

Cada vez menos se distingue entre el español de España y de América”, advirtió Cebrián. "El destino de todas las lenguas es ser violadas y penetradas y esto nos obliga a insistir en la pertinencia de la norma y también en la necesidad de tener una mentalidad abierta ante el español" sostuvo el escritor. "El castellano del siglo XXI será lo que Latinoamérica quiera que sea".

Campanilla.-


7 comentarios:

Alucard dijo...

Gran escritor, excelente humorista y sin lugar a dudas un gran exponente de la filosofía de la risa. Aunque hoy ya ha partido "El negro" Fontanarrosa, vivirá cada vez que veamos a Inodoro o recordemos al aceitoso.

Gracias por su visita a mi modesto rincón y agradezco también la invitación a su espacio, del cual me llevo un muy buen sabor de boca.

Unknown dijo...

Gracias por visitarme. Un abrazo,
V.

Anónimo dijo...

Gracias por la invitación a leer la revista. Igualmente podéis pasar por mi 'blog' cuando queráis.

Anónimo dijo...

Alucard...Bienvenidooo!! gracias por venirr!!! y Ya sabés que podés regresar cuando quieras...las puertas están abiertass!! besotess!!

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Poeta....el viento te ha traído hasta acá y es buensimooo! Bienvenido...y esperamos tu regresoo!! :)

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FMOP. BIENENIDOOO!!!
Y si querés participar, ya tenés la dire...y estamos en contacto!!!
besotes!

Unknown dijo...

En verdad me senti muy triste al saber esta noticia en la television, y hoy mucho mas al leer su lugar en el diario donde esta vez no habia una tira sino un saludo de despedida, de dolor, de aprecio hacia quien fue mas que un maestro, un ejemplo de persona. Tambien queria agradecerles x su visita a mi blog Crema de Esstrellas que comparto con mi novia Amelia, un proyecto que comenzamos hace unos meses y que ya va por mas de 100 post y mas de 2000 visitas de mas de 40 paises, bueno saludos y muy buen blog. Eduardo.

Anónimo dijo...

Gracias Eduardo por tu visita...y sip, realmente fué una tristeza esta noticia... peor bueno..."el negro" se fué" estando cmo mejor quería rodeado de amigos, compartiendo un asado y segurísimo hablando de futbol y de minas! :)
Besotes y Cuando quieran...las puertas están abiertas...!
Un Abrazo!

Anónimo dijo...

Qué lo parió!!! Qué tristeza haberlo perdido tan joven y lleno de vida y optimismo a pesar de su cruel enfermedad...
Luchó y fue feliz hasta con el último café compartido con sus amigos rosarinos la noche anterior...
Te recordaremos y seguiremos leyendo tu obra por siempre!!
Excelente post Campanilla, para los que lo conocemos de toda la vida y para los que no tenían el placer de conocerlo...
Clara