Belleza rafaelita, siempre hemos oido esa expresión, pero no sabiamos bien bien que queria decir, la Sala de Exposiciones Van Gogh con esta muestra sobre el pintor renacentista Rafael, nos revela su completo significado
La dama del unicornio
La bella jardinera
Rafael (Raffaello Sanzio) 1483-1520. Nació en Urbino, junto a la frontera sur de la república de San Marino, en terroritorio italiano. Uno de los tres grandes maestros de la pintura del alto renacimiento, famoso por sus madonnas y obras religiosas en el Vaticano. Su primer paso fue el contacto con los trabajos de Signorelli y Uccello entre otros.A los 17 años se transforma en pupilo de El Perugino, del cual hereda la simpleza que evita retratar los detalles en exceso. Rafael, sorprende con la claridad de sus formas, es sencillo y directo.Poco a poco, alejándose de la influencia del maestro, se inclina hacia la manera de pintar de sus compañeros Leonardo y Miguel Angel, con quienes se une en Florencia alrededor en 1504. Los tres son llamados a decorar la capilla Sixtina en Roma, hoy en el Vaticano. Los frescos de Rafael gozan de estilo personal, distante del detallismo florentino desarrollado en ese mismo lugar por Botticelli, Ghirlandaio y della Francesca. Sin embargo, en sus obras de pintor ya maduro, si se trata de influencias, asoma la mano del más talentoso de todos los tiempos: Miguel Angel.
Sagrada familia
Caterina de Alessandría
Joanna de Aragón
Madonna impanata
La mujer del velo
Madonna granduca
Rafael (Raffaello Sanzio) 1483-1520. Nació en Urbino, junto a la frontera sur de la república de San Marino, en terroritorio italiano. Uno de los tres grandes maestros de la pintura del alto renacimiento, famoso por sus madonnas y obras religiosas en el Vaticano. Su primer paso fue el contacto con los trabajos de Signorelli y Uccello entre otros.A los 17 años se transforma en pupilo de El Perugino, del cual hereda la simpleza que evita retratar los detalles en exceso. Rafael, sorprende con la claridad de sus formas, es sencillo y directo.Poco a poco, alejándose de la influencia del maestro, se inclina hacia la manera de pintar de sus compañeros Leonardo y Miguel Angel, con quienes se une en Florencia alrededor en 1504. Los tres son llamados a decorar la capilla Sixtina en Roma, hoy en el Vaticano. Los frescos de Rafael gozan de estilo personal, distante del detallismo florentino desarrollado en ese mismo lugar por Botticelli, Ghirlandaio y della Francesca. Sin embargo, en sus obras de pintor ya maduro, si se trata de influencias, asoma la mano del más talentoso de todos los tiempos: Miguel Angel.